LA HISTORIA DE UNA MUJER CHOCOLATERA

Comunicado 08/03/2018 ChefGastronomía | Original article: https://www.apetitoenlinea.com/mujer-chocolatera/

María Fernanda di Giacobbe: La historia de una mujer chocolatera venezolana ganadora del Basque Culinary

María Fernanda di Giacobbe: La historia de una mujer chocolatera venezolana ganadora del Basque Culinary

Por Gabriel Balbas

María Fernanda Di Giacobbe es un nombre que causa respeto dentro del mundo de la cocina en Venezuela. Catalogada como “La embajadora del cacao” es quizás el rostro más representativo de la chocolatería venezolana. Su carrera llegó a la cúspide entre bombones, trufas y tabletas, a través de la chocolatería KAKAO, actualmente una de las más prestigiosas de Caracas.

En 2016 María Fernanda tenía muchas razones para celebrar. La venezolana, victoriosa de una lucha contra el cáncer, recibía de manos del gobierno vasco el premio Basque Culinary; galardón que se otorga a destacadas personas de la gastronomía que logran un efecto transformador en la sociedad. Su esmero por el chocolate se veía recompensado.

Carcas, 1974

Con apenas 10 años, la pequeña María Fernanda descuidaba las tareas del colegio para inmiscuirse en la cocina del hogar. No se le podía culpar de su interés por los fogones, pues nació en lugar donde todos cocinaban. Creció envuelta por el aroma de las frutas en almíbar que en casa realizaban para la ejecución de diversos dulces. Aunque fue el asado negro, plato tradicional venezolano, el que la acerco definitivamente a la cocina.

Las finas técnicas de repostería las iría heredando con los años. Su mamá, doña Maruja, es una cocinera magistral. Progresivamente, María se contagió de la pasión por hacer postres diariamente; aprendió de su madre a preparar dulces, hornear tortas de novios, y desarrolló esa necesidad placentera de crear nuevas recetas.

El primer restaurante familiar

Lo que hasta ese entonces era un pasatiempo, se fue convirtiendo en un verdadero oficio con el que se sustentaba el hogar. María Fernanda ayudaba a doña Maruja a sacar la comida que, por encargos, pedían los primeros grupos de comensales. Esa cara de felicidad en los clientes fue el motor que la impulsó a montar un pequeño café, el cual terminó convirtiéndose en un restaurante de cocina criolla venezolana.

Los proyectos seguían apareciendo: La Paninoteca es uno de los locales que recuerda con cariño. Abrió cafés en el Ateneo de Caracas, en el Museo de Arte contemporáneo, entre otros 6 espacios gastroculturales.

Caracas, 2002 – Reinventarse en tiempos de crisis

En 2002 los venezolanos vivían tiempos de un paro cívico nacional. La familia Di Giacobbe no escapaba de la creciente crisis y golpes económicos, por lo que tomaron la difícil decisión de cerrar los restaurantes que habían logrado levantar a base de mucho esfuerzo.

María Fernanda se fue a España, y por allá se enamoró a primera vista de la chocolatería. La idea surgió cuando entró a una tienda y se topó con una fotografía de la iglesia de Chuao, un pueblo de tradición cacaotera de Venezuela ¿Y si hacemos bombones con cacao venezolano y los rellenamos con nuestros ingredientes, frutas, licores y recetas? Se imaginó Di Giacobbe para ese entonces.

Un sueño exitoso

Convencida de que “hay que ser flexible para no partirse”, María se devolvió a su tierra, esperanzada, optimista y con un nuevo proyecto. Los dulces criollos familiares fueron el inicio y los protagonistas en la investigación. Luego invitaría a Sumito Estévez (chef en televisión) a unirse a su invento; juntos practicaban la bombonería en el Instituto Culinario de Caracas.

Así fue como la chocolatería KAKAO fue tomando forma, creando un catálogo de sabores, abriendo la primera tienda en 2004, posicionándose en Caracas, y creciendo hasta llegar a alianzas con universidades y escuelas internacionales; además de sacar su libro “Cacao en Venezuela” para afianzar ese país soñado que, según María Fernanda, tendrá aroma a éxito y chocolate

Fotografías: Julio Osorio
Fotografías: Julio Osorio

Puede encontrar más información en https://cocoatown.com////maria-fernanda-di-giacobbe/

English translation:

The story of a chocolate woman

María Fernanda di Giacobbe: The story of a Venezuelan chocolate woman who won the Basque Culinary

By Gabriel Balbas

María Fernanda Di Giacobbe is a name that causes respect within the world of cooking in Venezuela. Listed as “The Cocoa Ambassador” it is perhaps the most representative face of Venezuelan chocolate. His career reached the top among chocolates, truffles and tablets, through the KAKAO chocolate factory, currently one of the most prestigious in Caracas.

In 2016 María Fernanda had many reasons to celebrate. The Venezuelan woman, victorious in a fight against cancer, received the Basque Culinary award from the Basque government; award given to outstanding gastronomy people who achieve a transforming effect on society. His dedication to chocolate was rewarded.

Carcas, 1974

At just 10 years old, little María Fernanda neglected school tasks to meddle in the home kitchen. His interest in cooking could not be blamed, as he was born in a place where everyone cooked. It grew wrapped by the aroma of the fruits in syrup that they made at home for the execution of various sweets. Although it was black roast, a traditional Venezuelan dish, that definitely brought it closer to the kitchen.

The fine pastry techniques would be inherited over the years. Her mother, Doña Maruja, is a masterful cook. Progressively, Maria became infected with the passion for making desserts daily; She learned from her mother how to make sweets, bake wedding cakes, and developed that pleasant need to create new recipes.

The first family restaurant

What until then was a hobby, became a true profession with which the home was sustained. María Fernanda helped Doña Maruja to take out the food that, by orders, the first groups of diners asked for. That happy face in the customers was the engine that drove her to set up a small café, which ended up becoming a Venezuelan Creole cuisine restaurant.

The projects kept appearing: La Paninoteca is one of the places that he fondly remembers. He opened cafes at the Ateneo de Caracas, in the Museum of Contemporary Art, among 6 other gastrocultural spaces.

Caracas, 2002 – Reinventing yourself in times of crisis

In 2002 Venezuelans were experiencing times of a national civic strike. The Di Giacobbe family did not escape the growing crisis and economic blows, so they made the difficult decision to close the restaurants that they had managed to build based on much effort.

María Fernanda went to Spain, and there she fell in love at first sight with the chocolate shop. The idea came when he entered a store and came across a photograph of the church in Chuao, a town with a cocoa tradition in Venezuela. What if we make chocolates with Venezuelan cocoa and fill them with our ingredients, fruits, liqueurs and recipes? Di Giacobbe imagined back then.

A successful dream

Convinced that “you have to be flexible not to leave”, Maria returned to her land, hopeful, optimistic and with a new project. The familiar Creole sweets were the beginning and the protagonists in the investigation. Then he would invite Sumito Estévez (chef on television) to join his invention; together they practiced bombonería at the Culinary Institute of Caracas.

This is how the KAKAO chocolate shop was taking shape, creating a catalog of flavors, opening the first store in 2004, positioning itself in Caracas, and growing until reaching alliances with international universities and schools; in addition to taking out his book “Cacao in Venezuela” to strengthen that dream country that, according to María Fernanda, will have the aroma of success and chocolate

Photographs: Julio Osorio

You can find more information at https://cocoatown.com////maria-fernanda-di-giacobbe/

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